viernes, 18 de octubre de 2013

CONVOCATORIA MUTANTRES_5

Pensaba que las bases era un exceso innecesario (casi todas dicen lo mismo) pero en vista de que muchos me han solicitado. Aquí van.

Bases de la convocatoria para participar en Mutantres 5.

1. Pueden participar todos. Cualquier nacionalidad, condición social, sexo o como biopolíticamente te definas.
1.1 Obviamente no todos publican en la revista. Hacemos una selección de lo que nos llega a la bandeja de entrada.
1.2 Por motivos obvios, sólo publicamos en español. Pero puedes enviarnos en otro idioma (inglés o francés) porque uno de nuestros editores es bicéfalo (piensa en inglés y escribe en español, y viceversa) y puede traducirte.
1.3 Es posible que este número incluyamos un poema en quechua. Si escribes en runa simi también eres bienvenido.
1.4. Que el texto sea inédito. No seas pícaro, no nos hagas trampa; si te descubrimos, te haremos bullying.

2. Puede participar cualquier género literario.
2.1 No tenemos preferencia por ningún género en particular pero tenemos preferencia por lo mutante. Entiéndase como hibridación.
2.2 Si no tiene idea de lo que es la literatura mutante; nosotros tampoco. Puede guglear y seguro encontrará información más certera.
2.3 Aceptamos también los géneros más formalitos pero no garantizamos su publicación.
2.4 Usualmente somos irrespetuosos, con una excepción: el lenguaje. Cuida tu lenguaje, respeta las normas ortográficas.

3. Puedes enviar con la extensión que quieras.
3.1 Por motivos obvios no vamos a publicarte una novela o un cuento de veinte páginas. Sé sensato y envía de acorde a nuestro formato.
3.2 Si no tienes idea del formato de la revista, te recomiendo revisar las publicaciones previas de la revista. Si no tienes la revista puedes mirar su formato digital en
http://issuu.com/kevincastro1/docs/mutantres_3
3.3 Puedes enviarnos varios textos, de distinto orden, formato, extensión y género. Nosotros escogeremos lo que nos guste.

3. Puedes enviar tu texto al correo de la revista: tresmutan3@gmail.com
3.1 En el correo, adjúntanos un Word (o varios) con tus textos a participar.
3.2 Adjunta tus datos personales básicos. De ser seleccionado te enviaremos un correo pidiéndote más datos para la sección correspondiente a colaboradores.
3.3 Cuando envíes tu correo con la participación, te llegaré un correo de confirmación. Luego de eso, no insistas con respuestas (eso te resta puntos).

4. Puedes participar enviando tu texto todo mayo.
4.1 La convocatoria finaliza el 31 de octubre.
4.2 La revista sale a mediados de noviembre.
4.3. La presentación de la revista será justo después de que salga de imprenta. Estás invitado a asistir a la presentación junto a la honorable y barroquísima mesa de honor a leer tus textos.

5. Si no entiendes alguno de los puntos antes mencionados o crees que falta mencionar algo: Escríbenos aquí y te respondemos y si, pudor aconseja, prefieres hacerlo en privado puedes hacerlo al correo antes mencionado.

lunes, 14 de octubre de 2013

Animalito rockero

Una tarde lluviosa, por un amigo en común, conocí a Gerardo Grande. Poeta lúdico y vital. Aunque siempre el licor es un lubricante social, hicimos amistad rápidamente. Me invitó a presentar la revista Mutantres, previa a la presentación de su libro Animalito rockero seguido por Ana Mata (UANL, 2013) en una casa muy linda y decorada en el centro del DF, donde asistió mucha gente y, sobre todo, las chicas más guapas de la ciudad. Gerardo es lo más parecido a un poeta rockstar, aunque esta frase pueda sonar maniquea. A mi querido Gerardo, le debo muchas cosas que nunca le pagaré, el conocimiento de las ruinas de Teotihuacán, litros de tequila y un sinfín de noches recorriendo la ciudad bajo su inquieto corazón. Ya vendrán las noches de revancha, querido. Me traje algunos libros suyos para amigos, aquí en Lima, también en común. Jorge Bracamonte ha escrito una reseña a modo de evocación de este joven poeta mexicano.


Gerardo Grande, Animal Punk


Los niños perdidos
Pequeños bastardos delirando políticas sanitarias para el amor 
Incendiaron las enciclopedias para no vagar por siempre en la nostalgia de la historia
Procuraron la ceguera entre ellos antes de la llegada embustera del progreso
Kreit Vargas

Recuerdo que hace algunos meses por medio de un amigo (quien no dejaba de insistirme) terminé asistiendo al taller de poesía de Marco Martos, taller dictado en la Universidad San Marcos. Mi presencia en el mencionado taller no hizo más que confirmar mis especulaciones sobre el mismo: él taller era un concilio de poetas reaccionarios y aletargados que me hizo recordar a la escena de los Detectives salvajes en la que los jóvenes leían sus poemas y Álamo se los criticaba hasta que este se cansaba y relegaba su labor a otro, así y así hasta lograr un circulo aburridísimo y abrumador.

No conozco a Gerardo, nunca lo he visto, pero por obvias razones: él vive al norte y yo al sur del Pacífico, sin embargo, en estos tiempos de globalización, no es necesario estrechar las manos con alguien para establecer un vínculo de amistad y fraternidad, las redes sociales a veces logran romper con las fronteras mentales establecidas por los tontos estados y hermanarnos con nuestros pares a distancias enormes, compartiendo poemas y experiencias virtualmente.

Hay poetas que nos producen un gran bostezo y hay poetas que nos vuelan la cabeza, Gerardo es de estos últimos, sus poemas acompañados casi siempre de una performance, le dan a sus versos la misma vitalidad con la que fueron escritos. La poesía de Gerardo Grande es como una buena canción de rock que casi siempre nos coloca en un estado de éxtasis superlativo, nos golpea en la cara y siempre nos está recordando que la poesía es una forma de vida llevada a límite como Rimbaud o como Inverso, aunque muchas veces esta vida termine mal, no importa, no hay miedo o nos lo hemos tragado, sólo ganas de arrojarnos al péndulo de la vida y tambalear hasta caer y regresar más furiosos y vivos que nunca. Cuando uno es joven y despierto a la vida no hay frenos, sólo ganas de avanzar.

Aquel día en el Taller de Martos me deprimió mucho ver a tantos jóvenes (y me refiero a jóvenes de edad) muertos. Párvulos como yo o como el mismo Gerardo, escuchando a un anciano que lo único bueno que alcanzó a decir aquella noche fue: “Me he dado cuenta que los jóvenes, en un principio, buscan la poesía como medio de vida y de socialización, buscan formar vínculos fraternos a través de ella” y después volvió a decirle a los muchachos que leyeran sus poemas y volvió a tratar de corregirlos como Pound hiciera con Elliot, como acortándoles la vida y ellos tan adormecidos en las palabras del “POETA” canónico
, solo se limitaban asentir.

“Yo creía que quería ser poeta, pero en el fondo quería ser poema” nos dice Jaime Gil de Biedma en un discurso escrito hace muchos años, esta breve frase encajaría perfectamente en Gerardo Grande: vivir la poesía, no limitarla solamente al mezquino papel, sino llevarla a la praxis, aunque a veces nos esperen miles de abismos y la ciudad devore nuestros corazones, aunque a veces arriesguemos todo en esa utopía, pero vivir y escribir sin detenernos, aunque tengamos que pasar ebrios y drogados por sobre los poetas de terno e impasibilidad torpe, aunque se nos vaya la vida en cada palabra y movimiento.

¿Quién dijo que todo está perdido? Hay que agotar hasta la última oportunidad y ya!
“El rock no ha muerto La vida no ha muerto La poesía no ha muerto aunque a veces lo parezca”.

viernes, 11 de octubre de 2013

La Antisemana de la literatura, una lectura del alumno disidente

Con un grupo de amigos estamos organizando la "Antisemana de la Literatura, una lectura del alumno disidente". Aquí el afiche del evento.


Pueden enterarse de estas actividades en su respectivo blog: antisemanaliteratura2013.blogspot.com

viernes, 4 de octubre de 2013

Entrevistas_3: Yaxkin Melchy

Yo creo que México es una ilusión, a lo mucho un espejismo. Me traje de México, el cariño y el enorme corazón de un montón de amigos. Su galopante delirio, enorme entusiasmo y fuerzas renovadas para comenzar nuevos proyectos. Me traje también el corazón desecho, el hígado resentido y las enormes ganas de volver. Me traje también una serie de entrevistas que hice a distintos jóvenes, integrantes de distintos colectivos, que se mueven en distintos puntos de la ciudad (el DF es inmenso, ¡vaya novedad!) llevando sus editoriales independientes, cartoneras, revistas, fanzines, ferias y distintos proyectos con una alegría, entusiasmo y rebeldía contagiante. No hice, ni mucho menos, entrevistas a todos pero hice algunas significativas para observar el curso de esa intensa actividad literaria. En esta primera entrega, conversamos con Yaxkin Melchy, poeta y editor de 2.0.1.3. Editorial que, dicho sea de paso, acaba de editar Splendor de Enrique Verástegui, un voluminoso libro de mil páginas que incluye lo que antes fue el proyecto Ética. Yaxkin Melchy es un entusiasta activista y seguidor de la movida literaria y editorial mexicana. Ha participado en varios recitales y realizado talleres de libro cartonero, en nuestro país y en Latinoamérica. Ha sido además incluído en importantes antologías de poesía en distintas partes del mundo. Su trabajo es arduo y desde su taller artesanal se trabajan, con mucho amor y cariño, distintos proyectos poéticos de Latinoamérica. Pueden entererarse de primera mano en su blogEn esta entrevista hablamos de generalidades sobre la actividad poética y editorial mexicana. Mi intención es mostrar las actividades y el renovado espíritu que se mueve en esa parte de mundo, Yaxkin encarna una buena parte de ese movimiento. Por supuesto que hay otros proyectos también, opuestos incluso, que en el transcurso de las entrevistas que publique aquí podrán ir dándose cuenta. Pero tengo la dicha de ser amigo de Yaxkin, por lo que esta entrevista podría parecer poco parcial pero que, al fin de cuentas, y para el interés que la guía, importa poco. (Finalmente, qué no lo es.) Así comenzamos. Por Jorge Castillo.
Yaxkin Melchy

-¿Cómo ves la poesía joven mexicana actual?
-Ya que nos enseñaron sobre todo ideas nefastas, muertas, podríamos comenzar hablando como algo que viene desde hace unos diez años a la fecha. Yo creo que desde aquí se marca una ruptura definitiva contra cierta idea de la poesía mexicana mal leída y mal enseñada. Que tiene ciertos calificativos como de solemne, poco experimental... en el fondo un género aburrido y neutro. Entonces yo veo, por lo menos ahora una experimentación imaginativa y para nada neutral, sino ya la irrupción de un performance de la escritura, de una acción en la escritura de la poesía mexicana, un ponerse en marcha, un motor a toda revolución y un poco averiado, en fin todo eso pasa por el texto pero también por el libro y por las acciones de los libros, autores y textos en la vida nacional. Entonces es una batalla que se está dando por configurar una ética más allá de la literaria, pero, he aquí lo interesante, a través de la propia poesía, pero yendo más lejos. Y eso nadie se lo esperaba, ni siquiera los académicos y poetas de la vieja guardia y vanguardia, así que ahí está todo eso en pleno auge mientras el Estado y las editoriales tratan de ver como encauzar todo esto nuevamente a una tradición.

-¿Tú crees que ahí radicaría su virtud? ¿O dónde estaría?
-Yo sí creo que esa sería su virtud. Es también una liberación de los géneros la que hace que aparezcan puntos de fuga a la propia tradición y también, de alguna manera, tiene que ver con una contaminación que sucede en el lenguaje. Una contaminación con otras tecnologías y otros temas también. Esto es la configuración de una nueva ecología textual, que necesariamente es un compromiso político también, pero no una política de arenga o panfleto vacuo sino como un modo de comunidad emergente y creo que ahí hay algo muy bello, opuesto al viejo cartel. Los nuevos Zetas, son más bien zetáceos.


-Y en esta nueva literatura joven, ¿cuál es la relación que encuentras con su tradición?
- En principio hay un rechazo, por ejemplo existe un primer rechazo a Octavio Paz, que en realidad es un rechazo al monopolio educativo, un rechazo a la lectura que se exige como bandera de lo mexicano. Después, y gracias a la difusión alterna e incluso pirata, existe una lectura creciente poetas que fueron un poco contemporáneos de Paz o incluso anteriores a él: Mario Santiago, Kin Taniya, Manuel Capetillo, Orlando Guillén, Jaime Reyes, Gerardo Déniz, Max Rojas, hay muchos. Y también se comienza a hacer un reencuentro de los poetas editores con creadores como Ulises Carrión, por ejemplo. Entonces yo creo que hay una redistribución de la tradición, que además se diversifica en algo que no es homogéneamente mexicano, sino del norte, de frontera, indígena etc…, una verdadera lectura frente a la cual los literatos mexicanos se habían quedado muy atrás y sospechosamente enrancherados en el D.F.


-Y también, no te parece, que la poesía joven actual absorbe de no necesariamente su tradición sino de muchas tradiciones. Por ejemplo, la influencia de la internet permite conocer nuevos escritores. Ahora, con estas nuevas tecnologías, es mucho más fácil acceder a nuevos autores.
-Sí, eso es cierto. Incluso en cierto momento se habló de una "sudamericanización" de la poesía mexicana. Esto tiene que ver con que se vuelve más accesible leer a autores que no son conocidos o no están editados por el Fondo de Cultura Económica, ni Conaculta, tal como Pablo de Rokha o la poesía peruana del grupo de Hora Zero. Entonces ahora es posible acceder y leer a autores peruanos, ecuatorianos, y conocerlos de parte de las editoriales independientes y oficiales de sus respectivos países. Uno aprende que lo que acá aparentemente es excesivo forma parte de un canon alternativo, que los sistemas canónicos incluso son más variados de lo que suponemos en el español visto desde México. Ya hubo como un proceso de digestión de todas esas lecturas, esos manifiestos, entonces es importante hacer este tráfico de lecturas, conocerlas como lo que son, textos de importancia para modos de vida de cuerpos y recuerdos. Esta crítica tiene que vérselas con el centralismo de la Ciudad de México. Porque, incluso, la actual escena del norte tiene otros códigos, otros recuerdos de hacer poesía. Entonces hacer lo mismo ya agotó el proyecto de “centro culto” del D.F. que intenta decir que ahí está lo cosmopolita, y la poesía que tiene chance de proyectarse o traducirse, el dream team y demás tonterías porque muchos ni siquiera pueden enorgullecerse de su habla culta chilanga, como sí lo hizo Mario Santiago, por ejemplo. Ojalá pronto veamos africanizaciones de la poesía mexicana, oceanificaciones de la poesía mexicana, para qué hacer una poesía a la mexicana que no es más que un remedo norteamericano o europeo, ¿por qué nos insensibilizamos a un México desbaratado verbalmente? Esa es una pregunta fuerte porque no se responde una sola identidad literaria, sino a algo muy particular, a lo particularísimo, que tanto es objeto de envidia y receptor de mala leche.

-De hecho, ahora los jóvenes pueden prescindir de la tradición e ir exactamente a lo que les gusta. A través de la internet, las redes sociales, etcétera. Es decir, no necesariamente tienen que leer cronológicamente la tradición para entender lo que hace en este país o en Costa Rica o en Argentina o Turkmenistán, por ejemplo.
-Sí, se toman esa licencia y suceden cosas importantes porque se han desmarcado de la tradición de la Academia militarizada que dicta de alguna manera cómo se debe escribir honorablemente, como si hubiera que quitarle diversión al mismo hecho, diversión, error, distensión, si uno lo piensa así cuáles serían los autores mexicanos que uno debería leer, cómo sustentar la autoridad en tiempos en que mejor pensamos en autores que no participan de ser gente distinguida sino inaudita. Pero tampoco se puede prescindir de todo lo que la Academia puede valorar y eso me parece importante, y eso lo favorece la internet y facilita la manera de enterarse de otras poéticas. Y de relacionarse también, porque todo ha sucedido con un contacto directo también con los propios poetas, con los poetas en los recitales, en los eventos de importancia nacional, en performances, en acciones de arte, y porque también todo esto se ha contagiado de una manera más directa a gente en pequeñas trincheras de universidad. Es curioso que pasa a la par de las relaciones virtuales y distantes, que no tendría capacidad viral si no fuera también porque se ha dado de una manera muy directa, y de contacto, y eso ha marcado porque es una actitud distinta de usar la internet desde nuestros países en crisis.


-Justamente eso de lo extra escritural, que ya no tiene que ver con el libro propiamente dicho, me he dado cuenta que en México tiene una importancia fuerte, vital. La gente sale a las calles, participa, intervienen espacios públicos, hacen performance. ¿Esto desde cuándo y cómo lo ves?
-Esto debe tener unos ocho años, así de fuerte al menos en donde yo he vivido que es el D.F., y es curioso, porque para mí todo esto comienza de manera coordinada en el 2006 que es cuando entra Calderón, el sexenio de la violencia, de la violencia desbordada que hoy continúa. Entonces, hay un rechazo a las prácticas habituales, a lo institucional. Hay una valentía generacional que es un hacerle frente al país y al pacto político preestablecido. Se trata de un rechazo al país de las instituciones, sus instituciones fuertes, incluyendo la izquierda, y una de esas instituciones es el libro. El libro impreso por el Fondo de Cultura, el Conaculta, los gobiernos estatales. Entonces esa labor está hecha por editoriales subterráneas y alternas, y de autores que salen a la calle y hacen recitales, sin pedir aval o permiso de los padrinos literarios, se trata de muchach@s que se niegan a encajar en un patrón y tienden a ser mucho más difíciles, inestables. Y eso ha sido, de alguna manera una reacción contra el país de la letra limpia. Sí, en este movimiento joven hay de todo, en el otro pareciera que ya no hay nada.



Patán Gorila 0.1 en el Museo del Chopo, DF.

-El hecho de que la gente reaccione y participe, como tú dices, en rechazo a las instituciones, al mismo libro como institución, y hayan recitales constante y masivamente, ¿esto es novedoso o siempre ha sido así?
-Yo creo que es algo que no ha sido común aquí. Al menos no ha sido muy bien visto, partir del habla mexicana delirante, alucinógena, dextro y que se enfrenta a las hablas pulcras o neutrales, y eso forma parte del reclamo a la poesía mexicana. Que ha sido deslumbrada por poetas sin mucha imaginación, para una élite del vestuario. Ahora eso se ha desmarcado, es como decir que no interesa una "poesía para poetas" porque tampoco nos interesa demasiado que sea una poesía estrictamente hablando, entonces se libera e ingresa a otros terreros, fuera de los dominios del texto como aval de cualquier cosa, y explorado otros lenguajes, otras aventuras, ése es el riesgo. Es como una negación a hacer la poesía de la generalidad, y eso al final termina alejándote de los “poetas” y acercándote a las personas chidas, peculiares, al final de cuentas, esas personas importan. Tenemos una educación que nos configura de una manera cerrada, que nos dice esto es "poesía", esto es "literario", antes que pensar por la poesía misma, dónde está la poesía que no es literatura, todo eso está ahí en las emociones, la rabia o las ideas más raras y ahí se crea una empatía distinta. Fíjate, la banda que viene, en lo inmediato, ya tiene una nueva configuración de lectura, ya son diferentes lectores, y esto, de alguna manera, se está adelantando pero va a pasar, se está creando una nueva manera de leer. Yo quiero que la poesía participe de ese nuevo modo de lectura, más intrigante.


-¿Lo prefigura?
-Creo que ya lo está prefigurando, y yo creo que eso es el cambio importante que va a suceder, esa transición, me gustaría que para ellos nosotros fuéramos los raros.


-¿Y la gente tiene una preferencia por las perfomances e intervenciones?, ¿se ha dado de una manera natural? Me parece que tiene como mucha importancia aquí.
-Sí, yo creo que sí. Y es en reacción también a un medio ambiente muy árido que casi no existía para contextualizar el lenguaje poético. Pero tampoco creo que sea para siempre, está cumpliendo una canalización importante de tanta rabia y tristeza, y yo creo que ese mismo performance se va tener que ir reelaborando y quizá encontrar nuevas vías de comunicación para no quedarse, otra vez, en una "nueva tradición" o un “nicho de mercado”.


-En antaño, el poeta era poeta, y el editor editor, y tú combinas ambas cosas. Tú trabajas tus propios textos y también editas a otros y tienes movimiento editorial, ¿cómo ves esto, la relación poeta editor?

-Yo creo que tiene que ver, primero, con que hoy es más sencillo acceder a ciertos medios para editar tu propio libro, técnicamente. Y también tiene que ver con eso que decíamos anteriormente, el de salirse de los medios institucionales del libro, del libro oficial, y regresar como a una labor artesanal, formatos como el fanzine y el libro cartonero se llevan porque ante todo son actitudes de publicar. Eso es también una respuesta al medio. La mayoría de autores radicales, arriesgados, terminan siendo autoeditores de sí mismo. Yo creo en encontrar el medio de hacer las cosas por mí mismo. Para mí, en México y quizá en cualquier parte, es correr ese riesgo de publicar libros tan extensos, y visualmente cargados, de poesía, casi como imprimir un archivo de vida, y sin embargo esas escrituras ya están... Entonces, ahí tienes, de alguna manera, que se puede encontrar el modo de publicar, y no es cuestión de números o tirajes (un libro único ya es un libro existente). Es la oportunidad, también, de demostrar actitudes del libro como objeto, un intermedio entre lo medieval, lo artesanal y la digitalización, porque esas escrituras no deben quedar ocultas. Yo creo que todo esto ha nacido de una serie de oportunidades que se fueron combinado.

-De oportunidades negadas.
-Sí, oportunidades/necesidades porque nosotros tuvimos que buscar otro camino ante ese escepticismo de los editores que tienen esa idea de que el poeta va "pasito a pasito" y que tiene textos "exactos" a la edad física, méritos, favores incluso, y, en realidad, no: ya hay un desborde de escrituras e información que está transcurriendo y que tiene todo el derecho de existir, los Mario Santiago, los Verástegui, los Guamán Poma del s. XXI. Tienen necesidad de existir.

-Cuéntanos sobre tu editorial.
-La editorial se llama 2.0.1.3. Pero en realidad comenzó en el 2012 y nació en el 2010. (Risas) Nació así porque fue como una manera para prepararse para lo que vendría, el final de los tiempos. (Risas) Tenemos tres años funcionando como editorial. Hemos editado como siete libros, en las ediciones más artesanales, y otros siete, como de manera más fanzinera o como plaquettes. No nos interesa evolucionar para convertirnos en una editorial independiente hipster, nos interesa involucionar para que esto se convierta en un microorganismo de elaboración, experimentación y belleza.


-¿Cómo hace un poeta para publicar en tu editorial?, ¿ellos te buscan?, ¿tú los buscas?
-Sí, los hemos buscado, forma parte de esa necesidad. Y también queremos que esto sea distinto a sus demás publicaciones, porque cada libro es una particularidad y darle esas particularidades al libro. Tenemos un diálogo con un autor para saber qué o cómo imaginan el libro y la lectura, y que, de alguna manera sea algo más orgánico ese proceso. Ha habido un par de libros, que han salido por la convocatoria en internet; no es la mayoría, eso sí. Creo que ha sido productivo comunicarnos por e-mail pero más ha funcionado la parte directa, del contacto frente a frente con el autor y, en el fondo, no es complicado porque hay mucho movimiento de escritores jóvenes y no es muy difícil encontrarlos si uno busca.


-Ahora, es cierto que la internet favorece la difusión masiva de textos, ¿cómo haces tú para filtrar toda esa cantidad? Porque imagino que no todo es publicable.
-Yo creo que es la experiencia, la honestidad de sentir un poema es el ojo avizor en esto. También la editorial tiene como el interés agregado a las propuestas que nos parezcan anómalas, híbridas, o mutantes, como quieras llamarlas. Y ya luego las cosas se van simplificando.

Presentación del libro Splendor de Enrique Verástegui

-Ahora has editado a Enrique Verástegui, ¿cómo nació esto?
-El libro de Enrique salió porque yo viajé al Perú hace tres años. Antes, en el 2008, lo conocí y le edité una plaquette. A mí me fascinó bastante y conocerlo en persona fue todo un acontecimiento. Él mismo me lo propuso cuando le conté sobre la editorial y que editábamos plaquettes, cosas así, muy modestas, entonces seleccioné parte de Leonardo, y publicamos una plaquette con la Red de los Poetas Salvajes. Luego, en el 2010, nos volvimos a ver y le mostré los trabajos que hacíamos, ya con libros de 2.0.1.2. y le prendió la idea, él pues me ofreció esa oportunidad, fue un regalo, de publicar su proyecto completo que se llamaba Ética y que después, poco a poco, terminó llamándose Splendor. Yo creo que ha sido muy bonita experiencia, porque ha sido una comunicación continua de tres años, de estar constantemente en esto. El libro original estaba desperdigado en fotocopias, y ha sido un trabajo minucioso de transcripción y edición. Y el propio Enrique ha estado revisando, siguiendo la pista y eso ha facilitado las cosas. Ha sido un regalo para las mentes más lúcidas.


-La edición del libro de Verástegui que yo he tenido oportunidad de revisar, no le envidia nada a una editorial oficial, grande, con gran presupuesto, que no es tu caso ¿verdad? Esta edición está muy bien hecha, muy bonita. ¿Cómo has conseguido hacerla?
-Splendor es una coedición, este libro lo hemos trabajado cinco proyectos: 2.0.1.3. Editorial, Grafógrafo, Kodama Cartonera, Literal y La Ratona Cartonera. Lo más bacán es que hemos trabajado cinco pequeñas editoriales distintas y haciendo un libro así. Lo que nos junta es el mismo interés que todos compartimos por lo monumental de la obra verastiguiana, y también esa manera de ver la poesía así, que puede excederse, expandirse, más que solo ser un libro: es un mundo el que está ahí. Yo creo que es muy hermoso porque somos cinco editoriales que tenemos esa misma intuición de la poesía, aunque cada una ha hecho su propio recorrido nos hemos contagiado mutuamente de lecturas. Nos conocemos y somos amigos, este libro refleja ese camino recorrido y esa amistad de pequeña comunidad que sí podemos mantener viva, más allá de los intereses económicos que están fijados en la supervivencia.

-Para todo esto, ¿recibes apoyo del Estado o algún organismo público?
-Como creador, he recibido la beca del FONCA en una ocasión, y ahora también para organizar un encuentro interdisciplinario que se llamará Los Lenguajes Alienígenas. Subterráneo 2014, esto se da después de tres festivales (2008, 2010, 2012) que hicimos con ayuda de los amigos y la fraternidad artística únicamente.

-En México sucede un fenómeno único comparado con toda Latinoamérica, y es el apoyo económico que brinda el Estado a proyectos artísticos, culturales, así como becas, ¿qué opinas de esto?
-Con el dinero de una beca o inversión, ahora podemos invitarle todas las caguamas que guste a un poeta joven, y patrocinarle su derecho a la fiesta. Este es un punto me comentaba Jocelyn Pantoja, escritora y gestora cultural, y que estoy muy de acuerdo. Recordemos que la fiesta para alguien que empieza en cualquier actividad más o menos social, es un lugar en que se forman alianzas, amores, ideas, afectos. La pobreza genera exclusión en este sentido de convivir y pasarla bien y con calidad en lo que te metes. Con ese dinero también puedes patrocinar una edición artesanal, una plaquette y que conozca el país, lo bonito y lo sórdido, que haya algo que genere un para qué de la escritura. En fin, me parece que esto lo digo porque sé que es el dinero entregado por una sociedad y que el Estado “invierte”, pero hay que darle la vuelta, no se trata de que el Estado invierta para sí mismo, osea en que sólo le sirve a un montón de burócratas de la cultura, generar falsos creadores amparados en la institución, este es el dinero de una sociedad para generar comunidad, y siendo así se trata de lo que tú haces con tu beca, tu premio o tu parranda patrocinada.

-¿Cuál es la relación con otros grupos o colectivos editoriales independientes? ¿Hay relación con otros en otras partes del país?
-Hay mucha relación, estamos en redes sociales, dándole la batalla las ferias del libro que cada vez intentan convertir esto es un caro mercado, hipster y evolucionado, por eso también asistimos a eventos más o menos subterráneos, a las irrupciones, y el performance de la vida diaria, en los viajes y en la naturaleza llana, y ahí donde no había espacios culturales surgen propuestas de llevar algo de la poesía porque sí. Coatzacoalcos, San Cristóbal de las Casas, Las Choapas, Navachiste, y muchos lugares por México y Guatemala


-México tiene fama de ser conservador en muchos aspectos, ¿hay todavía algunos grupos, diríamos, conservadores o tradicionalistas en México?, ¿cuál es su relación con ellos, hay broncas?
-Es una mala y aburrida fama, que tiene que ver con cotas de poder que se dilatan para seguir inculcando babosadas a las nuevas generaciones de escritores; ante todo uno, el miedo a lo excesivo, a lo indeterminado, al errar en la escritura, eso que se llama obra y es inabarcable por el libro, y por ello esta idea de purezas forzadas para solapar la mediocridad y el miedo; la idea del libro “oficial” para solapar el exceso de vida y de materia; y la idea del “mundillo” para solapar la necesaria circulación de la poesía misma que se da de mano en mano, de lectura en lectura, pantalla, papel, y en los recuerdos.


-Por último, Yaxkin, ¿qué le espera a la poesía mexicana?
-Que se libere de los que quieran ser los nuevos “poetas mexicanos”, estos que representan la tranza, y la mediocridad, la burocracia mental que busca la prescriptiva en los círculos de poesía y de las transvanguardias. Porque frente a eso la poesía mexicana está bien, demasiado bien, es un exceso literal que no estaba previsto ni por la academia ni por los mercadólogos del best seller, y aún no saben bien como domarla o si deben empezar a remojar las barbas por sus narradores. La poesía mexicana está muy bien, y le espera seguir ese camino a lo largo de México y de sus lenguajes y modos, pero ya haciendo un lenguaje visto desde más allá de la literatura, y desde más allá del sujeto literario, la poesía ahora, para lo que mejor sirve, es ponerse a investigar géneros de existencia: Qué nos puede decir la escritura poética de la ciencia, el arte, el universo, la política, todo eso es hacer el mundo. A la poesía mexicana le espera reeducarse.

Tukuy allquykunaqa hanaqpachata qhawanku / Todos mis perros miran al cielo*

Todos mis perros miran al cielo
cuando fuman el olvido
y aúllan cuando
se acurrucaban amedrentados en ropa interior en habitaciones sin afeitar
quemando su dinero en papeleras y escuchando el sonido del Terror a través de la pared
el corazón es mi palabra y más que mi palabra soy yo ardiendo de
noche sobre los corazones que aún no han conocido el
amor
y están desesperados gimiendo arrancándose los pelos
y los buscamos desesperados:

«maytaq uywayku
Suwa allqu mistikuna
kunan makiykupi wañunkichis
Kunan manañan
»
que, encarnación de la pobreza envuelta en harapos, drogados y con vacías miradas,
velaban fumando en la sobrenatural oscuridad de los pisos de agua fría
flotando sobre las crestas de la ciudad en contemplación del jazz
gritamos incesantemente: 
«Y no quiero estar solitario, no quiero ni puedo»
el dueño de nuestra piel siempre se dio cuenta que
somos apenas un par de animales
incoherentes gritando vomitando susurrando hechos y recuerdos y anécdotas
y excitaciones oculares y conmociones de hospitales y cárceles y guerras,
intelectos enteros vomitados en deposición integral durante siete días con sus noches con ojos brillantes
porque ya es hora de ir poniendo las cosas en claro y más que nada
empezar a ser uno mismo
un solo obstinado bloque de rabia
y aullar por esos viejos perros que conocimos
en el parque detrás de tu casa
que vagaban sin tino a media noche en el cercado de los ferrocarriles preguntándose dónde ir, y partían, sin dejar atrás corazones destrozados,
que encendían cigarrillos en camionetas camionetas camionetas que traqueteaban a través de la nieve hacia solitarias granjas en la abuela noche
Tú viajas junto a mi lado y soy la yerba por donde vas caminando
sin que se noten tus ojos y tu canto:
«caudalchallaykim
quntaruchkanña
runapa weqenwan
Yakuchallaykim
Quntaruchkanña
»
y en el patio deliro conversando con los que eran tus pasos trazados
sobre la noche
como por la constelación de mis labios sobre la frialdad del vidrio
que daba a tu rostro en el ataúd
no teníamos luz con qué iluminar nuestra pena y
gritamos por todos ellos
que follaban por la mañana por las tardes en las rosaledas
y el césped de los parques públicos y los cementerios
dispersando su semen libremente a quien quisiera viniera quien viniera
y por las tardes
que copulaban extáticos e insaciados con una botella de cerveza
un amante un paquete de cigarrillos una vela y
caían de la cama y continuaban por el suelo pasillo adelante y
terminaban desmayándose contra la pared con una visión del coño supremo y
la eyaculación
eludiendo el último hálito de la consciencia
que endulzaron los coños de un millón de muchachas que se estremecían en el crepúsculo
y al alba se encontraban con los ojos enrojecidos
pero dispuestos a endulzarle el coño a la aurora
exhibiendo relámpagos de culo bajo los graneros y desnudos en el lago
dónde buscamos el aire mientras
tiraron sus relojes desde el tejado para emitir su voto por una
Eternidad fuera del Tiempo
& cayeron despertadores sobre sus cabezas día tras día durante toda una década
que se cortaron sin éxito las muñecas tres veces consecutivas
abandonaron y se vieron obligados a abrir tiendas de antigüedades donde pensaron que se estaban volviendo viejos y se echaron a llorar
Yanachallaykiqa
Infiernillupis
penata pasachkan
Kuyay yanallariqa
Puracutipis
tú trabajaste rompiéndote la dicha
durante algo así como ocho meses
en esa casa de peste que llaman casa de cultura
aún cuando todo parecía muerto pensábamos que
vagaban perezosos hambrientos y solos a través de Houston
en busca de jazz o de sexo o de sopa,
y siguieron al deslumbrante Español para conversar acerca de América y
la Eternidad, desesperanzadora tarea,
y así embarcaron rumbo a Africa gritando:
«¡El mundo es santo! ¡El alma es santa! ¡La piel es santa! ¡La nariz
es santa! ¡La lengua y la verga y la mano y el agujero del culo!
¡Todo es santo! ¡todo el mundo es santo! ¡todo lugar es santo! ¡todo
día pertenece a la eternidad! ¡Todo hombre es un ángel!
»
había esperanza porque
la extrañeza de ser dos aves hurgándose el pecho
y corriendo uno detrás del otro entre las matas y bancas del parque
y éramos arrojados fuera de nosotros mismos
y por esto fue que conocí tu ciudad
y me apreté contra ti buscando desesperadamente encontrarme en tus ojos
y amé todas tus cosas
a pesar de
que conducían campo a través durante setenta y dos horas para averiguar si yo había tenido una visión o tú habías tenido una visión para conocer la Eternidad:
«Maypitaq kanki ñoqaykurayku
Wañusqaykimanta
»
Lloqllasaqku ñoqanchispa llapan allpanchista
hapinaykukama; llaqtanchispas llaqtanchispuni
kanankama:
«América te lo he dado todo y ahora no soy nada.
América dos dólares y veintisiete centavos 17 de enero
de 1956.
No puedo soportar mi propia mente.
América, ¿cuándo pondremos fin a la guerra de la humanidad? Vete a que te den por culo con tu bomba atómica.
No me siento bien no me molestes.
No pienso escribir mi poema hasta que me sienta lúcido
»
mientras continúas leyendo 
«Tupac Amaru, Amarup Churi, Apu
Salqantaypa...
»
y yo te escucho aquí sentado abrazándote junto al árbol
bajo la luz de un poste en el jirón Cuzco
parecemos un par de locos gritando en medio de la noche
en la hora de las más graves verdades
reclamo para todos nuestros perros
que devoraron fuego en hoteluchos o bebieron trementina en Paradise Alley, muerte,
o hacían sufrir a sus torsos los tormentos del purgatorio noche tras noche
por medio de sueños, drogas, pesadillas de la consciencia,
alcohol y verga y juergas continuas
en su soledades circulares
ya nada me pertenece que no sea el poder de llevarte dentro de mí
y lo que bien o mal no quiero
Ya nada me pertenece ni me retiene como un colibrí
en los pétalos de la muerte
«Sapay rikukuni
mana piynillayok
puna wayta jina
llaki llantullayok
»
y no puedo dejar de preguntar a ese otro perro mayor
Qué cosas pienso de ti esta noche, Walt Whitman, porque caminé por las calles laterales, bajo los árboles con dolor de cabeza y consciencia de mí mismo
mirando la luna llena
amanecer y cerrar los ojos
y la cola entre el rabo.



Poema collage aparecido en quechua en la última edición de la revista Mutantres. Con textos de Allen Ginsberg, José María Arguedas y Enrique Verástegui, remezclados por Jorge Castillo, que también filtra textos propios. Traducción arbitraria hecha por Jairo Araujo.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Acopio palabras como un vertedero en esta ciudad
sumo todos mis pies helados y el sabor en mi boca
acopio palabras sin orden ni jerarquía
pregunto a todos por ese dios que los olvidó
quién merece el contacto divino ¿sumas bichos en la panza?
frecuento algunas aceras y una luz contaminada me prepara una revelación
una revelación que anoto bajo mis axilas
mi corazón anda alterado y sofocado y el pie que sumo presencia en calle
día perdido
todo este humo te asfixia sin asfixiarte nunca bajo un inglés cartel de moda
ya sabes, hay sudores mucha piel morena y trescientos mil millones de nucas que nunca                                                                                                                                                 conocerás
ya sabes, hay mugre
ya sabes, no hay uno en esta ciudad prisma trunca
ya sabes, te conectas con todos sin conectarte nunca y ese propio efecto te reafirma
ya sabes, tristeza subterránea    risa lunar     muchos cabellos envuelven este hogar
duermo de lado y mis costillas tuercen mi fe los días lluviosos
estoy aquí: conocí lo que siempre supe. esta ciudad está amurallada por el hastío y aún se ríe
siempre estuve aquí: mi educación sentimental

México, 15 de setiembre, 2013

viernes, 23 de agosto de 2013

MUTANTRES_4


























Ya está en imprenta la nueva edición de la revista Mutantres. Ilustración de portada por Bastian Braunning (Chile).

Publican en esta edición: Jairo Araujo, Héctor Hernández (Chile), Elvis Herrada, Marco López, Luna Miguel (España), Carlos Rojas, Gonzalo del Rosario, Sandra Suazo, Kreit Vargas, Soren Vargas (Puerto Rico) y Élmer Vélez.

Este martes la presentamos. Están todos invitados. Búscanos en el feisbu como "Literatura Mutantres" y entérate de los detalles.

miércoles, 14 de agosto de 2013

CUESTIONARIO LITERARIO CACHIMBERO


1. ¿Qué es lo que debe tener un escritor para ser bueno y normalmente no tiene?
Un escritor a mi juicio para ser bueno y atraer a distintos públicos debe tener gracia: la tienen por ejemplo Machado de Assís, Poe, Chejov, Maupassant en el XIX, la tiene Calvino en el XX y tantos otros, Monterroso por ejemplo. Los poetas también: Pound, es muy buen ejemplo, Bandeira, Oquendo; Eguren, quién lo diría, tiene gracia: al duque se lo comió Paquita. Ha habido muchos escritores célebres en su momento que luego nadie lee: algunos románticos franceses o españoles o peruanos. Pero la gracia tiene que ir de la mano con la profundidad: los narradores japoneses son una buena muestra: Tanizaki, Kawabata, Mishima, Abe Kobo.

2. ¿Hay libros que te cambian la vida? De ser así, ¿qué libro fue y cómo te la cambio?
La influencia mayor de la literatura para cambiar la vida es en la juventud. Estando en secundaria leí a Kafka, Borges, Cortázar, y a dos peruanos, Beingolea y Clemente Palma. Eso me cambio la vida: el territorio de la literatura me pareció lo más hermoso, hasta ahora. Fueron cuentos, no poemas, los que me conmovieron. Con el tiempo veo que esos cuentos, editados por el Ministerio de Educación del Perú, todos eran fantásticos. Vi que la literatura es el territorio de la posibilidad, de decir lo nunca dicho. Hasta hoy día me parece que Kafka es el escritor que mejor representa el sinsentido contemporáneo.

3. ¿Qué escritor, que nadie normalmente lee, debería ser leído?

Pocos leen a Valdelomar, pero es algo de lo mejor que tiene la literatura peruana. En poesía nos falta leer a autores de otras lenguas, aunque fuere en traducción: Georg Trakl, Paul Celan, G. Benn, Apollinaire.

4. Eres miembro del Tribunal Inquisidor Literario y puedes salvar algún libro, ¿cuál sería? y, ¿qué libro quemarías con gusto?

Primero que nada salvaría los libros de Homero. Ahí están todas las técnicas literarias. ¿Quemar un libro? No se me ocurre. Se han quemado muchos libros en la historia.

5. Si todos los "ismos" te hubieran excluido y tiene que inventarte uno para no quedarte fuera, ¿cuál sería?

Pediría permiso para incorporarme al expresionismo, el más original a mi juicio. 

6. ¿Qué personaje literario que muere salvarías y a cuál matarías dos veces?
Salvaría a Ana Karenina. Pero bien visto, la muerte de los personajes es indispensable para que esas tramas que admiramos funcionen. Simenon preguntado por Gide, por su prodigiosa técnica para escribir novelas con rapidez asombrosa, dijo que empezaba contar cualquier cosa, luego ponía un muerto y finalmente resolvía. Las novelas suyas eran policiales y sin muertos no habrían sido interesantes. De manera que ahí está mi respuesta: que sigan muriendo los muertos de las novelas de Simenon.

7. ¿Qué libro te hubiere gusta escribir?
El cántico espiritual de San Juan de la Cruz.

8. Si usted fuera director de la Escuela de Literatura, ¿qué cursos agregaría y cuáles eliminaría?
Pondría más lecturas literarias. Nuestros alumnos no deben perder la pasión por la literatura. Todos los mètodos de interpretación son perspectivas y a veces modas. Con un método se pueden interpretar todo: periódicos, películas, costumbres, etc, pero el gusto por la literatura solo se cultiva leyendo libros que consideramos literatura.

9. ¿Qué libro y qué género literario está infravalorado y debería sobrevalorarse?
A mí me parece que los "carnets" deberían merecer más atención: autores como Emil Cioran han escrito toda su obra como "carnet". Entre nosotros Ribeyro es un maestro con sus Prosas apátridas. Y de los "carnets" podemos pasar a las cartas, pero las buenas, como las del propio Ribeyro.

10. Tienes en tu clase a tres alumnos: Hamlet, El Quijote y Gregorio Samsa; los tres han rendido un examen y han obtenido notas iguales, ¿a quién le agregarías un punto?
A Samsa porque ese punto le puede mejorar el ánimo, tal vez.

11. ¿Qué personaje del cine valdría la pena convertirse en un personaje literario?
No me gustan las novelas llevadas al cine, pues pierden magia. Para responder pienso en actores, no en películas , que tienen algo literario: los italianos de pasadas décadas: Tognazzi y Gassman y actrices del pasado: Claudia Cardinale y Sofía Loren. Pero la pregunta es un imposible: todo ese mundo maravilloso ha pasado.

12. Beatriz está secuestrada en un burdel, Virgilio en la oficina del rector; si tú eres Dante, ¿a quién salvarías?
A Beatriz porque concentra como nadie belleza e inteligencia. Virgilio tiene la palabra y puede negociar con los secuestradores.

13. Charles Bukowski te invita un trago y Mario Vargas Llosa te invita otro, ¿a quién se lo aceptas?
No es buena pregunta porque conozco a Vargas Llosa. Pero los dos son excelentes conversadores.

14. ¿Qué escritor peruano tiene y a quién le faltan cojones literarios?
Rodolfo Hinostroza ha hecho con su vida y su obra lo que ha querido, indiferente a los halagos y a las diatribas. De los miedos de la gente sabemos menos porque están bien ocultos.

15. Ya sabemos, sinceramente, que de nada sirve estudiar literatura en la universidad si lo que quieres es ser escritor; denos una esperanza:
La literatura, más que ninguna otra actividad sirve para todo. Es el oficio mil oficios: un literato puede ser profesor, lo más socorrido, pero saber escribir da trabajo en muchos lugares. El que quiere ser escritor sabe muy pronto, como lo ha dicho Truman Capote, que uno entra a una esclavitud voluntaria. Tenemos, de donde no hay, tiempo extra para escribir: solo nosotros nos obligamos a esa tarea y lo hacemos, como Kafka, mientras los otros descansan. Si la literatura es obsesión no es tarea de fin de semana. Llega un momento, en la adultez definitiva, que uno es su mejor crítico y tiene como norma dar productos acabados. En ese momento solo importa eso. Por fin uno puedo tener algo de satisfacción. Pero creo que la vida es lo más importante, y saludable si es posible. Vivir primero, después filosofar, es una máxima que viene desde la Edad Media y se encarna en César Vallejo en su poema "Pasa un hombre con un pan al hombro".

lunes, 10 de junio de 2013

jueves, 23 de mayo de 2013

LA NOCHE DE AYER...



























Lista la convocatoria para el siguiente número de Mutantres. Si necesita las bases, en el post anterior.

BASES CONVOCATORIA MUTANTRES_4


Pensaba que las bases era un exceso innecesario (casi todas dicen lo mismo) pero en vista de que muchos me han solicitado. Aquí van.

Bases de la convocatoria para participar en Mutantres 4.

1. Pueden participar todos. Cualquier nacionalidad, condición social, sexo o como biopolíticamente te definas.
1.1 Obviamente no todos publican en la revista. Hacemos una selección de lo que nos llega a la bandeja de entrada.
1.2 Por motivos obvios, sólo publicamos en español. Pero puedes enviarnos en otro idioma (inglés o francés) porque uno de nuestros editores es bicéfalo (piensa en inglés y escribe en español, y viceversa) y puede traducirte.
1.3 Es posible que este número incluyamos un poema collage en quechua. Si escribes en runa simi también eres bienvenido.
1.4. Que el texto sea inédito. No seas pícaro, no nos hagas trampa; si te descubrimos, te haremos bullying.

2. Puede participar cualquier género literario.
2.1 No tenemos preferencia por ningún género en particular pero tenemos preferencia por lo mutante. Entiéndase como hibridación.
2.2 Si no tiene idea de lo que es la literatura mutante; nosotros tampoco. Puede guglear y seguro encontrará información más certera.
2.3 Aceptamos también los géneros más formalitos pero no garantizamos su publicación.
2.4 Usualmente somos irrespetuosos, con una excepción: el lenguaje. Cuida tu lenguaje, respeta las normas ortográficas.

3. Puedes enviar con la extensión que quieras.
3.1 Por motivos obvios no vamos a publicarte una novela o un cuento de veinte páginas. Sé sensato y envía de acorde a nuestro formato.
3.2 Si no tienes idea del formato de la revista, te recomiendo revisar las publicaciones previas de la revista. Si no tienes la revista puedes mirar su formato digital en
http://issuu.com/kevincastro1/docs/mutantres_3
3.3 Puedes enviarnos varios textos, de distinto orden, formato, extensión y género. Nosotros escogeremos lo que nos guste.

3. Puedes enviar tu texto al correo de la revista: tresmutan3@gmail.com
3.1 En el correo, adjúntanos un Word (o varios) con tus textos a participar.
3.2 Adjunta tus datos personales básicos. De ser seleccionado te enviaremos un correo pidiéndote más datos para la sección correspondiente a colaboradores.
3.3 Cuando envíes tu correo con la participación, te llegaré un correo de confirmación. Luego de eso, no insistas con respuestas (eso te resta puntos).

4. Puedes participar enviando tu texto todo mayo.
4.1 La convocatoria finaliza el 31 de mayo.
4.2 La revista sale a mediados de junio.
4.3. La presentación de la revista será justo después de que salga de imprenta. Estás invitado a asistir a la presentación junto a la honorable y barroquísima mesa de honor a leer tus textos.

5. Si no entiendes alguno de los puntos antes mencionados o crees que falta mencionar algo: Escríbenos aquí y te respondemos y si, pudor aconseja, prefieres hacerlo en privado puedes hacerlo al correo antes mencionado.

OTRO AFICHE CONVOCATORIA MUTANTRES


Convocatoria para Mutantres 3. En otro post, las bases por si no queda claro.

miércoles, 22 de mayo de 2013

lunes, 22 de abril de 2013

ASU MARE CHVRE PE AMIXER!!!


En el artículo publicado en el suplemento Domingo de La República al director de la película Asu mare queda claro que el principal interés es conseguir que fuera una película taquilleraza y así pasar a engrosar sus cuentas bancarias. Cuentas bancarias que asumo ya están bastante gordas porque el pata en cuestión dirigió el bodrio Perú, Nebraska y un sinfín de comerciales exitosos, tanto así que le han permitido ganar un montón de premios publicitarios.

Queda claro también que el éxito de Asu mare se debe en buena parte al previo éxito que tuvo (aquí y en el extranjero) el show tipo stand up comedy que el actor de tevé, clown y ahora actor de cine, Carlos Alcántara. El show de las tablas llevado a la pantalla grande. No es distinto uno del otro; uno es la extensión, con puros fines comerciales, al cine.

Pregunta de cajón: ¿Es tan interesante la vida de Carlos Alcántara para llevarla al cine?, que ya amenaza con tener segunda parte. ¿Quién es Carlos Alcántara, a quién le ha ganado? O dicho de otro modo, ¿por qué la vida de alguien tiene que ser una excusa para ser una peli?

Hay casos y casos. Veamos, en resumidas cuentas: Carlos Alcántara, Cachín, es un hijo de una familia clasemediera pobre, familia incompleta, padre ausente, madre que cría a sus hijos sola en un barrio típicamente limeño. Cachín es el chico que se las ingenia para pasarla bien a pesar de las adversidades que le toca pasar (pobreza, sociedad clasista, racista, madre violenta, pésima educación, entre otros) con buen sentido del humor, divertimento y gracia. Medio perdido en la calle, estafado, y sin un sentido por el que seguir, se aferra a las drogas y las malas compañías. Un día, ve a un niño y su sonrisa estereotipada, su naricita de clown, y ¡milagro!, se transforma, decide convertirse en clown y todo en su vida cambia. Todo lo que soñó antes, el estrellato, la fama, el dinero, el amor, le llegan de pronto; sus sueños se convirtieron en realidad. ¿Algo más? Nada más. Al parecer, su mamá (esteriotipada y con formas machistas y militares) se convierte en una heroína del esfuerzo personal y el sueño de cumplir nuestras metas.

Resumiendo: una película sobre la superación personal, el alcanzar el éxito.

(Es una película de autoayuda ¿no?)

(Parece, por otra parte, una película tipo Bollywood, esas películas hindú que cuentan más o menos lo mismo, sólo tal vez más lacrimosamente.)

Asu Mare es una película que apelando al humor criollo, pendejo, típicamente limeño, "la universidad de la calle", logra contar la superación del joven contra la adversidad que le tocó vivir, una sociedad pobre, clasista, racista y corrupta. Pero la superación no se da a través del esfuerzo ni la constancia ni la inteligencia sino a través de la pendejada.

Cachín nos recuerda a esa sociedad que yo detesto y que él enaltece: hay dos caminos de hacer las cosas bien en una sociedad (es decir en tu vida y la de todos): el camino del esfuerzo, el trabajo y la constancia; y el otro: el de la pendejada, el de “hazlo nomás y diviértete”, “a la que chucha pe”, el de la creatividad al servicio del yo.

Cachín es, que duda cabe, un tipo divertido, carismático y talentoso. Pero su performance nunca es crítica ni turbadora, es justificadora de la mediocridad peruana y de sus instituciones (nunca criticadas ni tocadas siquiera). El humor puede ser crítico, reflexivo y sacudir a una sociedad. Cachín tiene el ingenio y la picardía para hacer eso pero prefiere lo fácil, la risa chacotera, la sorna, lo ramplante. No critica la sociedad mediocre peruana sino que la justifica, se diría que la enaltece.

Esta es una película que se enorgullece de tener una sociedad mediocre, que la justifica y hace de esa visión, su mayor mérito.

Es una película mala en ese sentido. Se ha dicho que le hace bien a la industria cinematográfica nacional que una película así haya reenganchado al público, que se avizoran buenos tiempos para el cine nacional. Si se siguen haciendo películas así será lamentable, da náuseas.

(Una mejor película como El limpiador, estrenada una semana atrás pasó totalmente desapercibida por la cartelera; y mucho mejor aún Paraíso de Gálvez, de mucho tiempo atrás, ni siquiera pasó por la cartelera habitual.)

Sé que es muy fácil criticar a una película como ésta. Asu mare tiene un claro interés y fin comercial, pero el cine, incluso el comercial, tiene más posibilidades que ésta. Es ridículo. Es una película Marca Perú. Tengo la impresión de que los peruanos estamos tan necesitados de triunfos, de alegrías, de que nos saquen de nuestro estado mediocre, que tenemos que crearnos personajes a cualquier costo. No importa si son mediocres, no importa si tienen méritos suficientes o no; no importa. Tenemos que crear y magnificar nuestra Marca Perú a cambio de Gianmarcos que ganen Grammys, Gastón Acurios que hagan Misturas, Cachines que filmen Asu mare y millones vayan a verlo, tenemos que vender este país a como de lugar, tenemos que celebrar nuestro Pollo a la brasa, nuestra comida, como sea...

Así es, lo que faltaba, tenía que venir Cachín (otro más) para seguir celebrando nuestra mediocridad.

martes, 1 de enero de 2013

Entrevistas_1: Armando Alzamora



Este año comenzamos con un nuevo proyecto. El de mantener un diálogo con escritores que tienen poca repercusión en los medios (por ser poco conocidos, por ser poco mediáticos, por ser malos, o muy buenos, por distintos motivos). Comenzamos con Armando Alzamora (Lima, 1982) que acaba de publicar su primer libro Un perro yonqui y otras mentiras leves (Paracaídas Editores, 2012). Hablamos aquí sobre este libro, sobre el Movimiento Egoísta, sobre los distintos colectivos jóvenes literarios, entre otras cosas. Para que la entrevista y su imparcialidad no quede en entredicho, quiero advertir que conozco a Armando desde antes de la publicación de su libro, hemos participando en algunas mesas redondas y presentaciones de nuestras revistas en distintos lugares, en Huancayo por ejemplo. Nos une una breve amistad y muchas cervezas. Va pues. (Por Jorge Castillo)

- Armando, hablemos sobre un poco sobre varias cosas, comencemos por la publicación de Un perro yonqui y otras mentiras leves, ¿cómo así te decidiste publicar o cómo supiste que era el momento justo de publicarlas?, ¿hay un momento justo?
- No sé si haya un momento justo, en mi caso fue casi un impulso, hace más de un año atrás. Pero entonces yo no tenía un libro orgánico, solo un puñado de textos que decidí mostrarle a un editor para hacer una selección. Ni siquiera tenía un título pensado para el libro. Ahora, coincidentemente creo que comenzó una etapa algo prolífica en la que escribí nuevas historias que fui sumando paulatinamente al corpus inicial. Por esa razón, desde mi decisión hasta la publicación ''definitiva'', transcurrió casi un año, porque al no ser un proyecto constituido, sino una muestra, siempre iba agregando y quitando cosas, tratando de mejorar el resultado final. Fue así como llegamos a la versión que se publicó. Debo reconocer también las aportaciones de mi editor, quien supo encontrar características similares en mis textos y los organizó. Hubieron textos que quedaron fuera no por su calidad, sino porque no encajaban con la idea que ya veníamos trabajando. Entonces, respondiendo a tu pregunta, ''el momento justo'' llegó un poco del impulso, de mi obstinación por aportar nuevos relatos y del trabajo de mi editor: Un perro yonqui en la conjunción de esos hechos.

- Entiendo. "El momento justo" que responde a un impulso no es fácil encontrar, a veces son quimeras. ¿Eso también te pasa en el momento creativo? Es decir, te lanzas a escribir un texto con ese impulso inicial sobre la hoja en blanco o es, más bien, algo planificado, con apuntes y eso, ¿cuál es tu caso?
- En los mejores casos, es totalmente impulsivo. Creo que mis mejores relatos son los que siguieron ese impulso. Por ejemplo, el cuento del perro yonqui fue totalmente impulsivo. No fue fácil culminarlo, pero su origen surge del impulso. En cambio, los cuentos que pensé más, demoraron en salir, a veces meses, y pocas veces quedé contento con el resultado. Ahora mismo llevo escribiendo un cuento que me ha tardado más de un mes. Tengo la historia en mi cabeza desde el comienzo, pero no logro encontrar la manera de concluirla, siento que el fondo sobrepasa a la forma, es una situación terrible porque se convive con la certeza y la incertidumbre. 

-Puede inferirse, entonces, que te interesa el primero impulso. Lo que te mueve en un primero momento pero, como bien lo haces notar, hay veces que cuentos que te exigen más de la cuenta. Me gusta esa tensión que te exigen algunos cuentos. ¿Qué te hace seguir más y apostar por ese cuento y no tirarlo todo a la mierda?
- Es complicado. Hay cuentos que uno escribe de una sentada, luego solo se dedica a corregir. Hay otros, como el caso del perro, que uno tarda porque, si bien el impulso te llevó a concebir una forma adecuada para relatarlo, no sabes exactamente cómo concluir esa historia, es la razón por la que demoré diez días en hacerlo. Finalmente, tengo casos de cuentos cuya idea me obsesiona por días, pero no parten del impulso, sino de cierto proceso racional que me exige buscar la forma adecuada para transmitir esa historia. Es en estos casos cuando muchas veces uno termina, desalentado, mandando todo a la mierda o enterrando el cuento quizás por años hasta que se pueda reescribir desde otra perspectiva. Creo que el cuento ''Turbación'', que sale en el libro, se dio de esa forma.

- Curiosamente "Turbación" es un cuento que tiene, a diferencia de los otros, una relación más bien con lo fantástico: confusión con lo real-irreal, neurosis, sombras, fantasmas, sueños que se entremezclan con la realidad. ¿Cómo explicas esto?
- Porque es un cuento que surge a raíz de un sueño que tuve, hace muchos años. Básicamente, el espíritu del cuento me lo susurró el reflejo de mi padre en mi sueño. Fue como una revelación. Pero no lo escribí de inmediato. Viví durante mucho tiempo con el recuerdo del sueño rondándome hasta que me decidí a redactarlo. Es un cuento que debe tener unos ocho años por los menos. Y creo que el universo que allí se refleja, con todo el caos y la neurosis que trae, parte de la memoria que conservo del sueño. Es ése el origen.

- Es curioso lo que dices porque en el psicoanálisis, como sabes, gira en torno a la figura del padre, el falo. Diga lo que diga el gran poeta Hinostroza, siempre he creído que los psicoanalistas han vendido "cebo de culebra". Y aquí, ya que has mencionado a tu padre en particular, podría ser que la literatura, la creación, sea una especie de catarsis edípica, una forma de curación. No creo que nadie se cure, pero tú estás bien sanito ¿no?
- Jajaja. Pues no creo, pero debo confesar que a veces he escrito inspirado por grandes aflicciones. El caso de este cuento es evidente. Pero hay más. Igual, detesto cuando escucho a un escritor decir que escribe para liberar sus demonios, me parece una impostura, una completa falta de sinceridad. Uno escribe sobre cosas que lo perturban, es verdad, pero pueden ser cosas que jamás nos ocurrieron, como una especie de fijación por hechos ajenos o insólitos. Entonces no siempre funcionaría de esa forma, como curación, como una sesión psicoanalítica. 

- De acuerdo. Esperaba que me dijeras que eras un bigotón feliz: Yo agarraba mis cuatro textos, hacía un pira y me prendía fuego a lo bonzo. Pero mejor, volvamos al libro. He encontrado que el libro gira en torno a ciertos tópicos recurrentes: los personajes de tus libros, desde el buen Maty hasta el de “La mujer en la ventana”, son seres que juegan entre la locura, la irrealidad o la búsqueda de estados irreales (proporcionados por drogas o por el alcohol), el enajenamiento, el dolor, la marginación, la soledad. Esto está muy marcado en tus cuentos, no son sugeridos son explícitos. Siento que es, en el fondo, el corpus de tu ideal de escritor ¿no? ¿Por qué?
- Mmmm. Pues no sé qué responder, salvo que he visto muy provechoso para mi escritura penetrar en esos espacios donde la marginación, el tedio, la locura y los excesos hacen mella. Es algo también que uno ve en el día a día, solo que muchos no lo advierten. Hablaste del cuento ''La mujer en la ventana''. Ese texto es una estampa, la mujer existió y yo la veía cuando salía borracho de los bares aledaños, escondida en su covacha. Me causó una profunda impresión. Pero estoy seguro que pocas personas repararon en ella, se preguntaron por su vida. Ese tipo de situaciones están expuestas, intento reflejarlas, a veces con prosas breves que puedo escribir en un cuaderno o en mi celular, pero nunca lo hago de manera objetiva, sino marcando una distancia entre el objeto y mi relato; en ese vacío intento imprimir una atmósfera que se puede identificar, como lo has dicho, con cierta irrealidad o extrañamiento. Disfruto haciendo estas descripciones de lo abyecto. Pero no es para nada una emulación a la “beat generation” o a Bukowski, como algunos creen suponer. Me siento distante de estos escritores. 

-Ya, pero hay, creo, en general, una idea en la recurrente referencia a personajes que son locos, perturbados, drogos, borrachos, románticos, enajenados... Yo creo que todos estos podrían contener en sí mismas características que también tendría un escritor. Un escritor tal como tú idealizas, como tú, tácitamente, imaginas.
- Sí. Son, en todo caso, las características de seres que abrazan intensamente aspectos distintos de la vida, aspectos ajenos a las cosas concretas. Sus pulsiones son bastante idealistas. Pero muchos de nosotros hemos sido esos románticos enajenados, escritores o no. Finalmente gana el pesimismo. Esto que digo explica muy bien por qué puse ese epígrafe de Onetti (algunos no lo entendían) en que termina diciendo que la gente, con los años, deja de creer en las cosas maravillosas y absurdas como el amor.

- De acuerdo. Ese epígrafe de Onetti es muy hermoso. Ya hablaremos de él más adelante. Hay otro tema recurrente: la ternura. Uno no podría leer "Un perro yonqui" sin pensar en ello. Una ternura animal, lo que mueve al dueño de Maty es precisamente su amor desmedido por su mascota, a la que quiere a pesar de todo. Es tierno eso. ¿Cómo ves eso?
- Creo que es parte del conflicto que llevan los personajes. Al fin y al cabo, pese al pesimismo, al arrebato, al desenfado, son personajes que sufren, empáticos, y manifiestan esas tensiones a través de la ternura, cuando se quiebran. El cuento de ''La mujer en la ventana'' también posee esa característica a mi parecer. 

- Sí. Es que creo que la ternura no es un sentimiento aislado, puede asimilarse, creo, perfectamente con otros. Acaso, en un principio, dispares o contrarios. No es raro escuchar muchas veces en canciones o en textos "violenta ternura", "cruel ternura"; aunque, a veces, son lugares comunes. En fin. Noto en tus textos un interés por la frase correctamente escrita, por enmarcar bien el tono del cuento a partir de la misma sintaxis, la corrección y la sintetización de las frases. Me parece que huyes del palabreo, el lirismo y buscas la frase exacta, la palabra justa. Creo que es tu mejor virtud. Donde mejor se nota esto es, a mi parecer, en los cuentos que más me gustan "Un perro yonqui", "Frontera" y "Tautología", sin que los otros prescindan de esos detalles. ¿Lo ves así?
- Mencionaste ''Frontera'', que es un cuento del que nadie me habla, pero que yo aprecio bastante. Es el típico cuento escrito por impulso, que surgió por un comentario en el facebook. Algo similar ocurre con ''Tautología''. Curiosamente ambos cuentos fueron incluidos casi al final. Creo haberlos escritos entre julio y agosto de este año. Sobre lo que dices, no sé si huya del lirismo, creo incluso que lo busco, pero lo digo en el sentido de que intento buscar una cadencia, es decir, cierta ilación que articule palabras, frases exactas, para luego desechar excesos que dificulten, traben la lectura. Es un proceso muy jodido y hasta interminable. Releyendo mi libro veo que hay cosas que podría haber mejorado. Quedará para la próxima. 

- Mi pregunta se cae de obvia: ¿buscas la perfección? Ciertamente, al cuento se le exige perfección, sincronía total, una esfera borgeana, le dicen. Pero sé que a ti, también, te gustan escritores más imperfectos como Aira o Adolph o Cucurto. ¿Cómo ves esto? Quiero decir, la imperfección parecer ser que se ha convertido en una abominación. Me puedes acusar de mediocre, si quieres, pero creo que esa perfección me parece casi sólo un guiño, una aproximación. "El cielo es el límite", dicen. Qué sería el infierno, entonces.
- El infierno se ve a diario cuando uno descubre nuevas publicaciones donde solo prima el deseo de dar a la luz lo que se hace bajo el criterio del figuretismo, y peor aún, cuando esos autores caen en manos de editores irresponsables que solo quieren llenar sus bolsillos y no son capaces, primero, de ser sinceros con el autor respecto a su obra ni, segundo, de dignarse a corregir, formar u organizar dicha publicación. Es el lado oscuro del fenómeno de las editoriales independientes. Creo que estamos bombardeados de esa literatura basura, y también de los egos de quienes la escriben, los que al parecer no tienen ni idea de cómo diferenciar la literatura de la mierda. Quizás llamar ''infierno'' a eso sea una exageración, pero es más o menos lo que pienso. Sobre los autores que mencionas, jamás recuerdo haber mencionado que admiraba a Adolph o Cucurto. De Aira sí he hablado, pero no es que lo admire demasiado, sino que hubo una novela que me sorprendió, por lo experimental; inmediatamente lo relacioné con una tradición narrativa que puede rastrearse en Pablo Palacio, Juan Emar o Macedonio. Eso me gustó. Y sobre la perfección, no sé, yo siento que privilegio siempre la forma sobre la historia, ésta incluso puede no tener ninguna relevancia, pero la forma en cambio es la que convierte esa irrelevancia en trascendencia. Pienso por ejemplo en un cuento de Walser llamado ''Paganini'': su historia es tan simple, pero la forma en que describe las sensaciones de los espectadores que escuchan el violín es maravillosa. Ese cuento es la perfección.

- Una cosa que no quisiera dejar de mencionar es una de las características de tus personajes con el mundo que los rodea: están malditos. El poeta loco, el neurótico, el miserable, entre otros. Tus personajes no se convierten, por virtud de la fortuna o el azar, en malditos, ellos ya lo son. Su cuerpo los contiene. ¿Ves esto así?
- Ellos son consecuencia de su entorno. Algunos, como en 'Frontera'', lo rechazan decididamente, escapan. Pero sus actos, ya sean de rebeldía o resignación, son siempre el resultado de un contexto que los oprime. Quizás en esa búsqueda mía afloren mis influencias literarias, claro que también está lo vivencial, pero no todo lo que relato tiene por qué tener un referente real.

- Quisiera comentar algunos cuentos y me dieras tu opinión sobre ellos. El cuento "Un perro yonqui" es el cuento más largo del libro, hay otros muy breves que podrían ser microcuentos. "Un perro yonqui" es creo el cuento más ambicioso de todo el libro. Aunque las referencias al uso y abuso de drogas es recurrente, se trata de un cuento sobre el amor y la ternura. ¿Qué opinas?
- Empecé escribiendo la historia un poco en son de broma, pero luego fue imprimiéndole características que iba descubriendo conforme la escribía. Quizás al principio quería que sea una historia brutal e irónica; finalmente fue más bien conmovedora, aunque con su cota de humor negro. Hace poco ya pensaba en nuevas perspectivas, relecturas que vislumbraba y me parecían pertinentes. Una de ellas, por ejemplo, es que es un cuento de denuncia. Vemos que Maty intenta escapar de la apatía cotidiana a través de las drogas, pero su entorno no entiende estos mecanismos ''atípicos'', intenta reprimirlos. Entonces el Centro de Rehabilitación Mental para Perros aparece como la institución represiva que acabará aniquilando la individualidad de Maty hasta matarlo. Esta lectura me pareció interesante, porque hay una tensión subyacente: mientras que el amo cree actuar bien, hacerlo por amor, en realidad termina arrojando a Maty hacia la destrucción definitiva. De ahí el desenlace trágico que conmueve. Pero son ideas que no las desarrollé de manera consciente, las descubrí después.

- Pero Maty existió ¿verdad? A propósito, ¿cuál es tu relación con las drogas sintéticas?
- Maty existe, pero no tiene esos hábitos, en un perro medio loco solamente, por eso su actitud me inspiró el cuento. Sobre mi relación con las drogas sintéticas, es muy poca, probé algunas de ellas un par de veces con fines experimentales, pero no más. Fue una experiencia positiva.

- Ja. Me causa gracia que digas "positiva". En el cuento "Mujer en la ventana" hay también, como en "Un perro yonqui", una solidaridad con los desposeídos, locos, miserables, apestados. Sospecho, mi querido Armando, que su corazón es más noble de lo que cree, y que importa más que esas máscaras de dureza.
-Yo escribo sobre muchas cosas que me pasaron o que siento, pese a declararme en contra de ciertas propuestas literarias comprometidas con el contexto social, no dejo de sentirme profundamente desencantado con nuestra realidad, eso se evidencia de alguna forma en lo que escribo, los que alguna vez me acusaron de querer solamente escribir ''bonito'' y sin un trasfondo tienen su respuesta en ese libro.

- En el cuento "Muerte de Jesucristo en Los Barracones" narrado a modo de crónica periodística o parte policial es texto duro y crudo. Me gusta; sin embargo, a mí no me gustan los "ganadores" y aquí ganan la banda de los nieszcheanos "Los Superhombres", ¿por qué ganan ellos? ¿Es esta tu visión de la humanidad poscristiana?
- Jajaja. Es buena pregunta. No sé qué responder. Pero definitivamente es un texto provocador por el que seré recordado como hereje. Bueno, es así, es un cuento crudo cuyo único fin, en su momento, fue el de incomodar. No estaba muy convencido por ese texto, pero muchas personas me instigaron a su publicación. Veo que fue para bien. Sin embargo, no creo que refleje mi visión de la humanidad postcristiana, ni de nada parecido. No sé si tú veas eso, pero yo particularmente no veo más que una provocación bastante descarada.

- ¿No te pacere que en el cuento "Vida y muerte del poeta" la imagen del poeta es muy estereotipada?
- Peor que eso, es el destino triste de muchos soñadores sin fuerza. Pero el estereotipo al que te refieres es uno que solo existe entre poetas, uno que quieren emular. No creo que una persona ajena al mundo literario tenga esa imagen de un poeta. En todo caso, también es una visión muy particular, la dedicatoria del cuento lo expresa todo.

- Creo que "El tiempo invisible" es un cuento extraño dentro del corpus de tu libro; es decir, los personajes ahí son seres anodinos, mediocres, Alarcón, Elita, todos ellos son seres grises. En la parte final, Alarcón, tal vez en su único minuto de lucidez, nos permite tener un visión más conjunta del texto y completa de lo leído anteriormente. Pero este cuento escapa, más bien, a las características de otros personajes del libro. ¿Lo ves así?
- Sí, y es un cuento que entró sobre la hora, en reemplazo de otro más bien clásico. Siento aún así que es un cuento inacabado, escrito hacia fines de agosto. La idea la tuve muchos meses atrás y la pensé al ver a una señora que recordaba de mi infancia, ya anciana, del brazo de su hija, tal como las veía años antes. Me forcé mucho a escribir ese cuento. No sé si logré lo que pretendía, pero más significativo para mí es que utilicé a un personaje que también aparece en otra historia, más larga, ambientada en el mismo espacio y con una atmósfera similar. Podría decirse que ese cuento es una muestra de otra propuesta. 

- De acuerdo. Hablemos de otras cosas. Sé que tú y unos amigos han fundado, hace un tiempo, el movimiento EGOísmo. Hay gente, creo estúpida o malintencionada, que no ha entendido bien. ¿Podrías explicarlo breve y conciso?
- Sí, es posible que no nos hiciéramos entender al comienzo. EGOísmo surgió hace algunos años, el 2009, en las redes sociales y en las aulas de la universidad Villarreal, pero tiene su germen en un encuentro de poesía llamado “Cielo Abierto” que congregó a varios artistas de diversas partes, todos muy jóvenes. Recuerdo de esas conversaciones, nuestras críticas hacia cierto molde o estereotipo que pretende imponer el mercado global. Esa ha sido la raíz de nuestros manifiestos, de las ideas que modestamente defendemos. ¿Y qué defendemos? Un arte que rechace el colonialismo estético, que parta más bien de la individualidad, del egoísmo, no de una solidaridad con los receptores del arte pues eso sería, para nosotros, la perversión de la obra. No hay más, de eso trata. 

- ¿Quién pretende colonizarlos?
- Un sistema sutil y opresor. Creo que las formas vienen ya digeridas a nosotros, es más, nos condicionan a crear de tal o cual modo. Ni siquiera quiero referirme a las editoriales trasnacionales donde eso es más que evidente. Hablo de instituciones como la escuela o los medios de comunicación que parecen funcionar bajo los mismos rigores de la producción en serie. Pues bien, eso también ocurre con el arte. No es que a alguien le interese específicamente controlar el arte, sino que en estas sociedades todo es producto, mercancía, se crean valores para que la mayoría los asuma. Su axiología es totalmente retorcida, porque priva de posibilidad a quienes producen fuera de esos márgenes. A esas personas no les queda más que perdurar en la memoria de unos pocos, para el resto son orates, ociosos, inadaptados. Date cuenta que esto escapa al plano del arte, hablo del individuo que no puede desarrollar más capacidades que las requeridas.

- Ya. Precisamente, para jugar un rol contrahegemónico, en distintos lados, universidades por ejemplo, hay grupos literarios; por las redes sociales se generan, ocasionalmente, debates o polémicas. La mayoría estúpidas e instrascendentes; sin embargo, creo que también nos permite tener un panorama de lo que la gente escribe, pretende o ambiciona. Ya que tú eres un asiduo habitué a las redes sociales, ¿qué crees de esto?, ¿tiene alguna utilidad o es puro hueveo?
- Tiene utilidad, por supuesto, es un espacio con mucha más interacción. No me imagino cómo eran los debates en otro tiempo, pero el nuestro nos da esta facilidad. El problema es que como cualquiera accede, también cualquiera puede opinar y decir lo que quiera. Es su derecho, claro está, quieren sentirse parte. Pero no por ello desvirtúo los debates en facebook. Se puede ser muy alturado, se puede incluso crear conocimiento a partir de ideas conjuntas. Lo demás no deja de ser hueveo, es la versatilidad del facebook.

-Yo tengo mis prejuicios. Nadie en su sano juicio podría decir que un debate o la polémica en torno a una idea pueda ser inútil. Hablo, sin embargo, de la cantidad de tonterías y estupideces que se filtran como crítica. Tengo la impresión de que las redes sociales, a favorecer la "inclusión", permite que muchas veces se incluyan distractores y payasos. ¿No crees que estemos en pañales todavía en el sentido de darle un real y útil sentido a las redes sociales?
- Es lo que dije. Además, veo que el facebook se creó principalmente para distraernos. De ahí a que muchos armen foros de debates, negocios, álbumes pornográficos, movimientos literarios, ya es cuestión del perfil de cada usuario y su círculo de amigos. Es inevitable, en todo caso, tener a los payasos. Pero lo que da más pena es cuando un escritor, es decir, se supone alguien ''culto'', se comporta como un troll que se dedica a joder con poco argumento y apelar a la falacia, a atacar la vida privada de la gente. 

-Yo creo que las redes sociales sirven de poco sino se tiene, previamente, un trabajo físico, real, que sustente un propuesta, como por ejemplo, la revista Mutantres que editamos con unos amigos. ¿Cómo va y para cuándo sale el nuevo ejemplar de EGO/ísmo?
- Espero que salga para enero, ya tenemos el material y he empezado a diagramar. Hay básicamente dos secciones: una de ensayos, y otra de artefactos. Entre los ensayos es interesante el texto que publicamos de un grupo mexicano llamado la Mascarada Libertina, se trata de su manifiesto. Por el otro lado hay algunas colaboraciones nuevas, de personas a la que uno recurre por recomendación y va descubriendo. Hasta ahora no hemos lanzado una convocatoria abierta. No sé si lo hagamos después. Confío en que este número será mejor que los tibios intentos iniciales.

- ¿Y qué piensas de las otras propuestas colectivas de literatura? Me refiero a las relativamente jóvenes, que editan revistas, plaquetas y organizan recitales, etcétera.
- Pues básicamente conozco tres: la de ustedes, los Mutantres; la de Estereograma; y la de Tajo. Con ustedes conversamos bastante, es más, me interesa el tema de la hibridación, porque fíjate que si bien mi libro aparentemente es de cuentos, muchos de los textos que contiene no lo son estrictamente, son más bien textos en prosa, relatos que tienden a la introspección, a la descripción etérea. No me considero un narrador a carta cabal, a veces siento que soy más un poeta frustrado, y en esa disyuntiva es que concibo textos híbridos. Así que concuerdo en ese punto con ustedes. Es una forma de escapar a los moldes, ¿no es así? Luego no podría decir más, quizás les falte orientar más ese ímpetu de crear controversias y dirigirlo a un mejor desarrollo de su propuesta sobre la hibridación, es decir, la praxis. Estereograma es bastante interesante, una revista cuyo formato es atractivo, tanto en la parte material como en las ideas que exponen. Me gusta que le den cabida al ensayo, porque no llega a ser una revista extremadamente formal, como las de crítica, sino que abre espacio a la creación, a la libertad artística, pero siempre orientadas a la reflexión. Creo que de todas es la mejor. Sobre Tajo, he conversado bastante con Julio Barco, uno de sus promotores. Me parece un refrito de Hora Zero, pero el problema principal es su actitud iconoclasta que linda con la idiotez. Buscan enemigos donde no los hay. Quizás sea su manera de sentirse importantes literariamente, valiéndose de lo extraliterario. Sobre su propuesta, debo decir que no la comparto, siento que están más interesados en acercarse a la gente que en desarrollar una poética consecuente. ¿Por qué, necesariamente, debo buscar que las personas se identifiquen en mi literatura? Yo pienso que uno no hace literatura para denunciar o buscar que una clase social se reconozca en nosotros, uno escribe principalmente porque tiene una extraña tendencia hacia la fantasía y el ensueño, porque la realidad es imperfecta y necesitamos complementarla a través de la imaginación. Yo no pretendo que el señor que vende pan o una prostituta me entiendan, porque eso sería limitar mi imaginación a las necesidades del otro. Me parece una propuesta bastante limitada que lamentablemente tiene mucha acogida por ser ''democrática''. No me extrañaría verlos algún día en un comercial de Claro o Movistar junto con Tongo, bailando y recitando décimas. Finalmente, conozco también a los colectivos TXT, Este Puerto Existe, Plumanegra, Parasomnia, entre otros, pero no puedo opinar mucho al respecto. ¿Tú qué opinas?

- Yo creo que la mayoría de colectivos literarios tienen un fin sensato; es decir, juntar fuerzas y hacer que el proyecto se difunda, se manifieste. Organizar colectivamente cuestiones de este tipo es algo lógico. Las búsquedas son colectivas pero los encuentros son siempre personales. Entonces, grupos literarios sirven en ese sentido. Yo no entiendo demasiado a los grupos literarios, excepto como cuestión organizativa. Eso de gritar peroratas en conjunto me parece patética. Creo que los Tajo son entusiastas y algo más. No mucho más. Da risa porque hasta vídeos tienen donde se sienten (se supone) que tienen trayectoria. En el fondo, con algo más de elegancia, son el grupo sanmarquino Ónice que tanta ganas de autobombo tienen que se reeditan ellos mismos. En fin, así estamos... Te propongo algo, Armando: formemos un tribunal de la inquisición revistera literaria y mandemos a la guillotina a esos hueveras: Tajo a la guillotina, Ónice a la guillotina, así, toditos van desfilando en fila india, a EGO/ísmo lo mandamos a la hoguera o al paredón de fusilamiento, tú eliges...
-Jajaja. Es exagerado, en verdad, solo es mi opinión, puedo estar equivocado o ser un perfecto ignorante en el tema, así que no puedo fungir de inquisidor de nadie. Mejor sigamos. 

- Aguafiestas. Sigamos. ¿Qué lees por estos días?
- La vida breve de Onetti. Antes estuve leyendo Tropismos de Saurrate, algunos relatos de Felizberto Hernández, una novela de Jan Otcenásek, Bolaño, básicamente eso en esta última época del año.  

- Onetti es un grande. La trilogía sobre Santa María se inicia, precisamente, con La vida breve. ¿Qué es lo que te atrae de él? Cuando pienso en algunos ambientes que recrea tu libro de cuentos no puedo evitar relacionarlas con esas atmósferas pesimistas y desencantadas que Onetti siempre le imprimía en sus textos.
- No solo la trilogía, también otras novelas breves y sus cuentos. La verdad es que hay muchas cosas que me atraen de él, pero principalmente su actitud como artista, tan ajeno a la moda editorial, tan dedicado a la concepción de su estética particular. Me atraen además sus personajes, todos siempre fracasados, oscuros antihéroes. También me atraen la diversidad de técnicas y perspectivas que emplea al narrar, esa capacidad para construir narradores cuya posición respecto a los hechos permite al lector una comprensión inesperada. Y ni qué decir de su estilo, ''crapuloso'' por citar a Vargas Llosa, y yo agregaría sutil, de una precisa adjetivación donde hasta el exceso pasa como virtud. Y sí, definitivamente me siento muy influenciado por esas atmósferas desencantadas y pesimistas, aunque es curioso que lo digas, es decir, salvo de mis amistades cercanas que saben de mi devoción por Onetti, he recibido todo tipo de críticas sobre mi libro, pero pocos, por no decir nadie, me han hablado de influencias que se evidencien. 

-¿Qué otros escritores crees que te influencian?
- Hay escritores que siento que asimilé, no exactamente en ese libro, sino en general, por ejemplo Sábato y Rulfo: Sobre héroes y Pedro Páramo son novelas referentes para mí hasta ahora. Luego hay autores latinoamericanos que más bien forman parte de otra tradición, mucho más experimental, autores de vanguardia, entre los que destaco a Macedonio Fernández con su Museo, Felisberto Hernández, Juan Emar y Pablo Palacio. No estoy afirmando que tenga sus influencias, pero sí que sus propuestas me entusiasmaron bastante. Otro referente para mí es Faulkner, él representa un universo narrativo fascinante. No creo haber asimilado algunas de sus virtudes, pero como lector me siento afortunado.

- De acuerdo. ¿No crees que uno es víctima de sus influencias? Quiero decir, que uno no es muy consciente de qué obra sobre ti, qué lecturas pasan, sin querer, y se filtran en nuestro texto. ¿Eres consciente de eso? ¿Te preocupa?
- No me preocupa en lo absoluto. Si ocurre como tú dices, de manera inconsciente, me parece perfecto, porque es inevitable que tu mitología personal aflore de una u otra forma. Mientras lo que se vea sea una asimilación, una mutación de las influencias y no una burda imitación, me parece que se está en el camino adecuado. 

- Ya. Vamos terminando. Has incursionado también en la traducción. Has traducido, si no me equivoco, a un poeta brasileño. De esta parte del continente, creo que la literatura del Brasil ha sido, en buena parte por el idioma, poco conocida. Y me parece que tiene una literatura riquísima. ¿Tienes un afán por hacernos conocer esa literatura? ¿Cómo así surge esto?
- Va a sonar gracioso lo que voy a decirte, pero mi relación con la literatura brasileña comenzó por una mujer. Ella vivía en Brasil y yo quise aprender portugués para sorprenderla. Lo curioso es que me fue bien por partida doble, es decir, con la chica y con lo que descubrí en mis lecturas en el tránsito de aprender el idioma. Y sí, creo que hago traducción porque me gustaría acercar a la gente la literatura brasileña, ya que posee autores de la talla de Machado de Assis, Euclides Da Cunha, Lispector, Guimaraes Rosa, Drummond de Andrade, Cabral de Melo Neto, etc. Me parece increíble que siendo un país tan cercano, culturalmente solo lo conozcamos de manera superficial. Igual, la traducción no deja de ser una traición, lo ideal sería que podamos aprender el idioma para leer una obra tal como se concibió. Actualmente hago traducción como parte de un proyecto editorial que viene concretándose. Mi deseo es continuar con este trabajo porque lo disfruto.

- Interesante. Felicitaciones por ello. Es curioso los senderos en donde nos puedan llevar una chica. Comienza un nuevo año y publicaremos esta entrevista como regalo para todos los lectores de este blog. ¿Qué deseos y planes para este año?
- Seguir en lo mío, terminar un par de proyectos literarios que tengo inacabados, solo eso, escribir, de eso se trata. Y sobre mi editorial, concretar también lo que nos hemos propuesto respecto a las publicaciones. Espero que ustedes también sigan publicando su revista y escribiendo. Nada más.

- Una pregunta más para despedirnos. Quisiera repetir esta entrevista con otros escritores poco conocidos, ¿a quién me recomiendas?
Mmmm. Pues hay de todo, principalmente poetas. De los que he leído este año, me gustó Luis Boceli, Víctor Vimos, Christian Briceño, Enrique Beó, Edgard Saavedra; en narrativa tal vez Efer Soto; en teatro, Max Pinedo. Algunos son autores nuevos, otros no tanto, pero creo que sus obras ya poseen una propuesta coherente que sería interesante atender. Deben haber muchos otros, es cuestión de indagar.